Si estás buscando una hamburguesa que se salga de lo común y venga con un toque europeo, Frituur es una parada interesante en la CDMX. Ubicado en la Condesa, este restaurante fusiona la cultura del snack belga con ingredientes premium, buena cerveza y una atmósfera que mezcla lo casual con lo sofisticado.
La estrella del menú es su hamburguesa de wagyu de 200 g, servida en pan brioche con cebolla caramelizada, queso gouda y una salsa remoulade casera. Viene acompañada de papas fritas cocinadas en grasa de pato, un detalle que sube la apuesta. El sabor es profundo, con buena cocción y un balance bien logrado entre lo dulce, lo cremoso y lo umami.
Frituur no es solo una hamburguesería. Su carta incluye snacks típicos de Bélgica y Holanda, como bitterballen, croquetas, frikandel y frites, ideales para compartir o acompañar con alguna de sus cervezas artesanales o de importación. Si vas en grupo o no todos quieren hamburguesa, hay opciones suficientes para todos los gustos.
El espacio tiene un diseño Art Deco con detalles elegantes: candelabros, sillas de terciopelo y colores intensos. Aquí no se trata solo de comer rápido, sino de disfrutar la experiencia: pedir varios platos, quedarte un rato y probar algo distinto.
Frituur es ideal si buscas una experiencia más completa que solo “ir por una burger”. Su propuesta de ingredientes premium, fusión europea y ambiente cuidado lo hace destacar. Eso sí: no es barato, y aunque la hamburguesa está bien ejecutada, es parte de una carta más amplia, no el centro absoluto del lugar.