Aunque Havre 77 es conocido por su cocina francesa contemporánea, hay un platillo que sorprende por su ejecución, sabor y fanáticos frecuentes: su hamburguesa. Lejos de ser una opción casual más en el menú, la burger de este bistró en la Colonia Juárez se ha convertido en un favorito para quienes buscan algo con un toque más refinado. La hamburguesa de Havre 77 destaca desde la base: carne de excelente calidad (jugosa y bien cocida), pan artesanal tipo brioche, queso fundido —a veces gouda, a veces gruyère— y cebolla caramelizada que recuerda a una sopa de cebolla francesa. Todo se une con salsas hechas en casa que complementan, no opacan, el sabor de la carne. No es una hamburguesa para devorar con prisa. Es para sentarse, disfrutar y acompañar con una copa de vino o una cerveza bien servida. Como todo en Havre 77, la presentación es cuidada, y las porciones son medidas, no exageradas. No es una hamburguesa enorme, sino una experiencia más refinada. Ideal para quienes valoran más el sabor y la calidad que el tamaño o la contundencia. El restaurante tiene un ambiente relajado pero sofisticado, con decoración que evoca a un bistró europeo sin caer en lo pretencioso. El servicio suele ser atento y bien capacitado, aunque conviene reservar, especialmente en fines de semana o cenas. La hamburguesa de Havre 77 no es para todos los días, pero sí para cuando quieres algo especial. Su balance entre técnica, sabor y ambiente la hace destacar entre muchas otras opciones en CDMX. No es la más grande ni la más barata, pero probablemente sí una de las más memorables.