En el corazón del Centro Histórico de la CDMX, donde conviven lo antiguo y lo moderno, hay un rincón que lleva más de 100 años haciendo una sola cosa, pero haciéndola bien: tortas de pavo. Hablamos de El Rey del Pavo, una de las torterías más antiguas de la ciudad y sin duda una de las más emblemáticas.
El local conserva un aire clásico, con vitrinas de vidrio, fotos antiguas y ese ambiente que parece detenido en el tiempo. No esperes lujos, pero sí limpieza, atención ágil y comida con carácter.
Aunque su especialidad es el pavo, tienen una carta bastante amplia. Aquí van algunas opciones destacadas: Torta de pavo natural o adobado; Torta de bacalao; Consomé de pavo;
Torta de lomo o chorizo especial.
Las porciones son generosas y los precios están en el rango medio, considerando la zona y la historia detrás del local.
¿Vale la pena? Sí, completamente. El Rey del Pavo no es un lugar de moda, es un lugar de historia. Ideal para quienes aprecian la comida tradicional bien hecha, sin pretensiones y con ese sabor que no se encuentra en cualquier esquina.