Si andas por el Paseo de la Reforma temprano en la mañana, cerca de la Estela de Luz, hay un aroma que no olvidas: el de las tortas de chilaquiles de Doña Cata. Catakil es ese puesto ambulante que ha hecho de lo simple algo legendario.
Se nota que Doña Cata lleva años perfeccionando la receta: las salsas están bien equilibradas, no demasiado picantes ni aguadas; el bolillo cumple su función de sostener los ingredientes sin desmoronarse.
Tortas Catakil es de esas joyas urbanas que no deberías dejar pasar si te gusta desayunar con sabor, sin pretensiones, pero con calidad. Es perfecta para madrugadores, para quienes disfrutan de comida callejera auténtica, con sazón familiar y precios accesibles.
Si tu día empieza temprano por el rumbo de Reforma, vale la pena desviarte un poco para probar una bomba de chilaquiles en Catakil. Y si no estás tan apremiado, llegar un poco antes del mediodía para asegurar que aún haya lo que buscas.