En una ciudad con bares en cada esquina, Café de Nadie ofrece algo más que buena música y tragos: te invita a bajar el ritmo, escuchar con atención y disfrutar del momento. Ubicado en Chihuahua 135, Roma Norte, este bar se ha ganado su lugar como uno de los spots más interesantes para quienes buscan una experiencia sensorial con intención.
Lo primero que notarás es que aquí la música es protagonista, no solo ambientación. En lugar de playlists genéricas, el sonido sale de una colección de más de 1,500 vinilos reproducidos en equipo de alta fidelidad. El resultado: un ambiente envolvente, perfecto para charlar, tomar algo y dejarte llevar por la selección musical del día.
El lugar es íntimo, con luz cálida, decoración sobria y una vibra entre retro y moderna. Si te gusta el diseño cuidado y los espacios que se sienten personales, aquí vas a estar cómodo.
La carta de bebidas ofrece desde clásicos hasta cocteles de autor con ingredientes mexicanos y fermentos naturales. También hay mezcal, vino por copa, kombucha y cervezas artesanales. Cada trago tiene su propia lógica, nada se siente improvisado.
La comida es más que un acompañamiento. Aunque el menú no es extenso, está bien curado: tiraditos, aguachiles, flautas vegetarianas, tlayudas con pescado o verduras. Muchos ingredientes vienen de productores agroecológicos como Arca Tierra.
Café de Nadie es una gran opción si valoras el sonido tanto como el sabor. Es el tipo de lugar donde puedes pasar horas sin darte cuenta, entre conversaciones, discos y cocteles bien preparados. Si estás en la Roma y quieres un bar con carácter, sin duda vale la pena la visita.