En la siempre vibrante Roma Norte, entre galerías, cafés y boutiques, hay un rincón que conquista desde el primer bocado: Helados Cometa, ubicado en Tampico #21. Esta heladería artesanal se ha ganado su lugar en el mapa gastronómico de la CDMX gracias a su enfoque fresco, experimental y muy bien ejecutado.
Desde que entras, se siente una vibra distinta: nada de cadenas impersonales o sabores genéricos. Aquí todo parece cuidado, desde la estética del local hasta la presentación del producto. La carta cambia según la temporada, lo que hace que cada visita sea diferente. Siempre hay algo nuevo que probar.
Los sabores son el verdadero protagonista. Cometa trabaja con ingredientes locales y de calidad, y lo lleva todo a otro nivel con combinaciones poco comunes: yogur con miel y pistache, té verde con frambuesa, vainilla con sal negra, o jamaica con jengibre, por mencionar algunos. También tienen opciones más tradicionales, pero incluso esas tienen un giro inesperado.
Si eres fan de los postres más elaborados, tienen pasteles helados, vacherins (helado con merengue) y presentaciones para compartir.
El espacio es pequeño, así que si vas en fin de semana puede tocarte hacer fila o pedir para llevar. Aun así, vale totalmente la pena. Helados Cometa no es solo un antojo: es una experiencia pensada para disfrutarse con calma.